Pero ese no es verdaderamente el motivo de esta entrada sobre mis elucubraciones mientras camino. El verdadero motivo es que caminando, recordé el hermoso concepto del Árbol de la Paciencia.
En principio se trataba de la explicación de Omar Faruk a su álbum del mismo título. Él hablaba que en sus meditaciones, creo que de tendencias sufíes, una de las ramas más esotéricas del Islam, quería profundizar en sus agradecimientos a la vida. Para ello, se visualizaba a sí mismo como un fuerte tronco de árbol. Pero ese árbol, no podía haber crecido sin que personas que fueron siendo importantes en su vida, le fuesen dedicando su paciencia... y así, visualizándose de ese modo, recordaba una por una, cada persona que a lo largo de su vida le fué regalando su paciencia.
Me pareció una idea tan hermosa, para mí la gratitud es una de los sentimientos más profundos, que me puse yo también a pensar en esas personas que lo habían hecho conmigo, y os aseguro que haciendo este tipo de visualizaciones, me sale siempre una amplia sonrisa.
Evidentemente, solo me queda la difícil tarea de pensar que ahora también tengo que ser yo rama en los árboles de las mías. Y regalar paciencia a manos llenas.